Quiero besarte en la boca, amor,
como aquella noche en El Cairo,
en el hotel de las luces magras,
cuando tus suspiros eran
pinceladas de noche
y mi lengua era
una zoológica hembra
con mil noches de noches en celo.
Quiero besarte los senos, amor
morderte los pezones,
recorrer la noria de tus aréolas
con mi lengua, con mis labios,
con mis dientes
con mi boca toda.
Quiero lamer duramente
los picos granados de tus pezones,
duros como los picos de un monte,
tibios como las brasas de otoño,
dulces como las moras maduras.
Ay, amor, quiero besarte en la boca
Ay, amor, quiero besarte.
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