21.2.12

Ӝ̵̄


Acariciábamos el espejo empañado por el frío,
dedos dibujando rostros, inmóviles de felicidad
llegaban a la bóveda de un par de pupilas.

Detrás del cristal, desnudo y bajo el calor de la noche
las manos se deslizan en tu pecho
para descansar en tu ombligo.
¿Es mi culpa llegar hasta la esencia de tus fantasías?

Cierras las ojos y suenan las notas de ardientes espadas
desplomadas en la herida.
Doliente
sangra la cama en el campanario húmedo de tus manos,
enrojeciendo el camino de envejecidas iglesias.

Va a amanecer
se aleja la luna con su pobreza,
rendida, cae en el círculo de fuego de tus sábanas carnales.
El sudor de la fuente es manjar de locura...
y es mi culpa.

Cubierto de rocío y seducción,
belleza de un abismo nocturno
tiñe de rojo el crepúsculo que roza tu ala.
Existencia y ruego...
y es mi culpa.

Entre violentas caricias las bestias danzan de júbilo,
los fantasmas se desparraman
murmurando en tu espalda...
labio con labio pronuncian,
es mi culpa.