8.3.12


Rendido estás
en esta noche febril.
Soy la luna planeando su salida
bordando tu piel con una estrella.

Dame segundos...
Y voy vistiendo y desvistiendo
tu hermosura de varón.

Y serán lazos mis brazos
capturando tú impenetrable fuerza.

Y soy perfume primitivo
que infesta y devora luz.

Y la existencia de tu corazón
será volcán regando tus costillas.

Y sediento
verte temblar.

Y el beso en la superficie de tus labios
será perdurable...

Y tu cuerpo huele al mío
para embriagarte.

Y los dedos rezan
en el altar de tu vientre.

Dame segundos...
para adorarte.

Y atar tu vacío
a mi nube de deseo.

Y al alba ver las estrellas
que ya no se sustentan.

Y el reloj
perder su cuerda,
en un cortejo de rosas desnudas.