No te detengas...
Apoyado en el quicio de mi alma
queriendo reanudar la secuencia
interrumpida por la necesidad,
ineludible, de respirarme más,
de besarme la piel desde la calma
a la sima de mi nocturnidad,
cual tormenta que cala con derroche
desataste las furias de la noche.
Mordiendo mi pecho, nunca sabía,
si me ibas a amar o crucificar.
Me aclaraste la entraña al clarear.
Pero, no te detengas, ¿qué más da?...
Quisiera,
-
Quisiera romper las barreras
de nuestra separación
para abrazarte, amarte
y darte todo mi corazón,
Si amor, vivir la ilusión
que por años vivo c...