Se ahogaron mis palabras
en la agotadora ausencia de tu piel.
Me desbarranqué en tus ojos,
caí en el fondo de tu mirada
como un pájaro herido.
Y el sielencio se hizo eco de mis voces.
Y el deseo se suicidó desnudo,
frente a tus manos ciegas
frente a tus ojos mudos.
SenSual